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jueves, 16 de abril de 2009

Ritalín en la sala de clases: artículo del portal educarchile

El uso del ritalín no es bajo en las escuelas chilenas, al punto que se estima que es consumido por un 8.8% de nuestros niños, en circunstancias de que según los expertos, sólo entre el 1 y el 3% lo requiere verdaderamente. ¿Qué está pasando con los niños y el Ritalín? ¿En qué casos debiera usarse y cuándo se está abusando del medicamento? A continuación intentamos explicar esta situación conversando con la neuróloga y psiquiatra infantil Amanda Céspedes.

La popularidad de este fármaco puede explicarse por su mote de "pastil

la de la obediencia". El ritalín o metilfenidato, recetado para casos de hiperactividad infantil, aparece como la respuesta más fácil a la inquietud dentro de las aulas. Una solución rápida que viene a sumarse a la tónica de la vida moderna, la lógica de la comida rápida y los jugos en polvo. Se necesitan resultados instantáneos sin importar lo que pase a mediano plazo.

Para profundizar en este tema conversamos con la

doctora Amanda Céspedes, reconocida neuróloga y psiquiatra infantil. A su juicio, el problema más grave que tiene Chile es que muchos médicos no tienen suficiente tiempo asistencial para diagnosticar en forma rigurosa, por lo que, frente a la queja de inquietud e impulsividad en el colegio y/o casa, eligen el camino práctico, que es recetar, con la probabilidad de sobrediagnosticar y sobremedicar.

"Quienes envían a consulta (dice) son profes

ores realmente agobiados por los problemas conductuales de muchos niños, el dilema es que esos problemas de conducta obedecen en su inmensa mayoría a desajustes de ansiedad y control de impulsos provocados por malos hábitos de vida, estrés crónico y malas prácticas pedagógicas".

En opinión de Amanda Céspedes, los profesores están cautivos entre varios fuegos: "la dirección de la escuela y sus exigencias a men

udo absurdas; los padres y apoderados, que creen que la educación moral, intelectual y espiritual de sus hijos es tarea de los profesores, los mismos alumnos, que llegan al aula en estado salvaje, los mass media, que les enseñan a los chicos antivalores y les muestran el mundo irreal, hedonista, del consumo. Y también están cautivos de sí mismos, manejando prácticas pedagógicas añejas, inaplicables al mundo de hoy, prácticas que servían para el siglo XIX…." A lo anterior se sumaría la realidad de lo

s profesores cautivos del SIMCE, la PSU y el ranking de colegios Top, la realidad de tener que enseñar gramática a chicos que sueñan con ser Zidane, cantantes de Rojo o animadores de la farándula televisiva: "pobres maestros, cautivos sin misericordia y además, enjuiciados por todo el mundo".

Amanda recalca que enviar a consulta a un niño sólo se justifica si es inquieto e impulsivo permanentemente y tiene una historia escolar de

inquietud e impulsividad desde el Jardín Infantil,

y si presenta dificultades de aprendizaje asociadas a una dificultad de autocontrol y conducta inquieta y distraída.

Hace algunos años un comercial de TV promovía unas gotitas para hacer dormir a las guaguas. La sociedad parece ir hacia lo que es fácil, los jugos en polvo para no exprimir frutas, todo instantáneo. ¿Se puede hablar de una tendencia al uso de fármacos?

Amanda Céspedes piensa que sí, y es una práctica que "se perpetúa por la tendencia de las personas a sellar una consulta con una receta e

n la mano y la facilidad con que los médicos caen en la tentación de recetar". La especialista enfatiza que el ámbito conductual y académico de los niños es muy complejo y delicado, que se debe abordar con preguntas certeras más que con remedios, que muchas veces sólo encubren cual pantallas el verdadero factor que está causando la hiperactividad: violencia intrafamiliar, disputas conyugales, sobreestimulación acústica y visual , problemas de aprendizaje mal abordados por los colegios, etc. "Sin duda alguna que estamos viviendo en una sociedad del facilismo (dice), de la comodidad a ultranza, es mucho más fácil usar gotas para dormir que preguntarse por qué un bebé no duerme, ya que esa pregunta obliga a escuchar, a acoger, a ayudar a buscar soluciones ¡demasiado esfuerzo

y mucho tiempo a invertir!".

- ¿Cómo debiera ser la relación familia- colegio en el tratamiento de niños que presentan algún tipo de manifestación hiperactiva en la sala de clases?

- Cuando una maestra solicita a los padres que hagan ver a su hijo porque es inquieto, los padres deben escuchar con buena disposición, sin enjuiciar a la profesora y sin negar la posible existencia del problema. Por parte del colegio, es ese

ncial que los profesores sepan realizar una entrevista. Deben saber ser cordiales, respetuosos y evitar centrar todo el motivo de la entrevista en lo negativo; el mejor maestro a la hora de hablar con los papás es aquel que habla de todas las facetas del niño, empezando siempre por lo positivo, y explicando que derivar es buscar una solución en forma oportuna, no es enviar al niño a que le pongan un rótulo. El éxito en el abordaje de un niño con SDA es la relación constructiva y cooperativa entre padres y escuela. Este año una maestra de San Bernardo decidió que un alumno debía irse de la escuela ¡24 horas después de haber iniciado el año escolar!

- Recetar ritalín a un niño ¿no puede significar el comienzo de una escalada de remedios? Hay muchos casos de personas a las que se les receta un medicamento y después dos para sustituirlo, y así sucesivamente hasta convertirse en farmacias ambulantes.

- El gran dilema de nuestro país es que el verdadero desarrollo recae en las responsabilidades individuales, y los chilenos siempre est

amos obviando nuestra responsabilidad esperando que otros las asuman. Si un médico mira a su paciente como si fuese su hijo o nieto, lo mira como lo que es , un ser maravilloso al cual hay que proteger, no cometerá el error de ir agregándole remedios en forma desaprensiva. Por otra parte, el Ritalin bien recetado no crea dependencia ni escalada de fármacos; por el contrario; un chico que toma Ritalin 20 q al día lo tomará sin variaciones por unos 4 a 5 años, a menos que suba excesivamente de peso, lo que obligará a ajustar la dosis. Pero no estará pisando el terreno de la adicción, eso es un mito.

- ¿Qué alternativas al ritalín existen hoy para

tratar a los niños que presentan problemas, y cómo apoyar a las profesores para que actuén como agentes facilitadores y no represores de esos niños?

- Un verdadero SDA necesita Ritalin y no hay ningún riesgo en que lo tome por años. Es una medida de apoyo segura y confiable. Algunos niños pueden lograr una mejor armonía emocional a través de las terapias naturales, y esa armonía pued permitirle dejar el Ritalin, pero debe ser un caso leve, con buenos factores de

apoyo, especialmente en casa y en el aula. El ritalin no es un tratamiento, es una medida de apoyo entre muchas otras que es imprescindible aplicar. El gran error es seguir afirmando que es un remedio, que es un tratamiento; no lo es, es solo una medida sintomática de apoyo. El verdadero tratamiento lo hacen la maduración, el crecer, y el amor que rodea a ese niño.


Trastorno de Déficit Atencional y Funciones Ejecutivas


El TDA es un trastorno neurobiológico en el que principalmente se encuentran afectadas las siguientes funciones ejecutivas.








Mapa confeccionado por: Jennifer Brito P.








¿ Qué es el Trastorno con Déficit Atencional?

Desde hace un par de años habitualmente hemos escuchado o visto conductas en nuestras salas de clase, que popularmente se asocian con el déficit Atencional y principalmente asociado con la hiperactividad.
Sin embargo, en nuestro rol actual en el sistema educacional y en una sociedad donde el conocimiento y la información es parte de nuestras vidas, es necesario revisar este trastorno desde las conceptualizaciones.
En una primera instancia, debemos realizar una mirada histórica. Así, el año 1966 Clement introdujó el término " disfunción cerebral mínima,
para hacer referencia a algunos desfases del desarrollo psicomotor con
alteraciones conductuales o fenómenos deficitarios en el rendimiento
académico de algunos alumnos particulares", donde se reconoció un componente orgánico. Desde esta etapa muchos profesionales han tratado definir el Déficit Atencional.
En la actualidad en el DSM IV- TR ( Manual estadístico y diagnóstico psiquiatrico ) y en la Clasificación de los Trastornos Mentales de la Organización Mundial de la Salud ( CIE-10) existen algunos criterios de diagnóstico para evaluar dicho trastorno. Sin especificar en cada uno de ellos, podemos observar ciertas caracteristícas:
Si consideramos sólo las características de los estudiantes con falta de
atención encontramos las siguientes:

-Frecuentemente falla en dar atención cercana a detalles o comete errores por
no fijarse en trabajos de la escuela o en otras actividades.
-Frecuentemente tiene dificultades en mantener la atención en trabajos o en
otras actividades.
-Frecuentemente parece no escuchar cuando se le habla.
-Frecuentemente no sigue las instrucciones o falla en terminar las cosas.
-Frecuentemente tiene dificultad en organizarse.
-Frecuentemente evita situaciones que implican mantener un nivel constante
de esfuerzo mental.
-Frecuentemente pierde cosas y se distrae con estímulos externos.
-Frecuentemente es olvidadizo de actividades diarias.

Mientras que cuando se asocia a hiperactividad e impulsividad podemos
encontrar además las siguientes características:

-Frecuentemente está inquieto con las manos o los pies o no puede quedarse
sentado por mucho tiempo.
-Frecuentemente se levanta de su lugar en clases.
-Frecuentemente está activo en situaciones en que es inapropiado.
-Frecuentemente tiene dificultad en hacer cosas en forma tranquila.
-Frecuentemente habla en forma excesiva.
-Frecuentemente responde antes de que la otra persona termine.
-Frecuentemente tiene dificultad en esperar su turno e interrumpe
conversaciones o las clases.

Es importante señalar que dichos criterios varian con la edad, estado emocional y el contexto familiar-escolar en que se desenvuelve el sujeto. Encontrando según el DSM- IV TR los siguientes tipos:

1. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad tipo combinado:
Desatención por al menos 6 meses e hiperactividad-impulsividad sobre 6
meses.
2. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, con predominio de
déficit de atención: Desatención por 6 meses o más, pero menos de 6 meses
de síntomas de impulsividad.
3. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, con predominio
hiperactivo-impulsivo. Síntomas de hiperactividad-impulsividad predominan
por lo menos durante 6 meses.
Además debemos considerar que frecuentemente el TDA, se asocia con otros trastornos del desarrollo, por ejemplo: de aprendizajes, de la conducta infantil, de ánimo, de ansiedad, y con riesgo de presentar alteraciones del desarrollo del lenguaje. Por ello, es necesario una evaluación y diagnóstico médico, realizado por un neurológo o neuropediatra que permitan descartar otras patologías. Junto a un trabajo multidisciplinario realizado por los docentes, médicos, educadores diferenciales y por supuesto con el apoyo de la familia.

Fuente: " Descripción y características generales del TDA", autor: Dr. Juan Contreras Vergara