Hace pocos instantes conversaba telefónicamente con mi familia, cuando Lucrecia mi mamadre me dijo: - ¡ saquearón un negocio y una casa por aquí cerca!. Miéntras ella, junto al resto de mi familia: mi hermana de 23 años, mi padre de 54, mi sobrino de 5, mi hermano de 10 y la esposa de mi padre de 43, estaban aterrorizados encerrados en la pieza matrimonial de su casa en Maipú, región Metropolitana. Luego llame a mis hermanastros, que viven unas cuadras más allá y me decian: ¡ estamos todos los vecinos afuera con palos encerrados en el pasaje porque andan una multitud saqueando!. Su tía, dentro de la casa con un cárcel terminal, sin poder dormir por el miedo a una réplica del terremoto durante muchas noches, por lo que me decían estaba muy asustada acostada, nuevamente sin pegar un ojo. Les cuento esto, pues entre la impotencia de estar en mi hogar en Pto. Montt, a muchos kilómetros de distancia. Preocupada, triste y no solo triste por el terremoto y las pérdidas de toda índole, sino más bien, por pensar en como ha cambiado la vida de algunas personas en tan solo pocos días. De vivir en la más plena libertad a tener que encerrarse, recurrir a armas y militares, debido al terror del daño que puedo provocarnos el prójimo. Ese prójimo al que creo bueno por esencia, pero que hoy a olvidado que ante la adversidad, no gana la supervivencia el " más fuerte y depredador", esas son ideologías, teorías que algunos quisieron instaurar y que van encontra de nuestra esencia de seres gregarios. Con inteligencia, entendida como la capacidad para adaptarse a nuevas situaciones, resolver problemas". Pero no combatiendo al otro. Entiendo la desesperanza y me siento afortunada al saber que estan vivos todos los que amo. Aunque, esta dinámica social, creada me molesta, me aterroriza y paraliza, estando lejos del sitio exacto( me imagino a los que lo viven). Este tema no es educacional como algunos han dicho, esto es social e individual, ¿cómo estamos aportando para construir nuestro país?. Entiendo que hay una gran inequidad social, que hay un gran descontento y necesidades básicas y suntuarias no satisfechas en Stgo. pero ¿ De qué estamos hablando?. Cualquien persona, por el solo hecho de ser persona, no piensa en el daño psicológico que provoca el amedrentamiento y de acciones que son realmente vándalicas. Por eso me pregunto ¿ hemos dejado la humanidad de lado, la hemos alejado de nuestra esencia?. Lo más lamentable, es que miles de niños ven en directo o por la televisión estas acciones, las cuales pueden ser replicadas en las futuras generaciones. Por eso, en este minuto pienso, sin minimizar los daños causados por el terremoto, que a algunas personas han dejado de serlo. Con la esperanza, de que todo esto sea un mal sueño y que el bien triunfe sobre el mal, como en los dibujos animados.