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jueves, 4 de marzo de 2010

Recomendaciones del Colegio de psicólogos de Chile para enfrentar los desastres en los niños y las niñas.



Las respuestas de las niñas y niños a los desastres

• Apegarse a sus adultos de confianza, miedo a separarse de ellos
• Miedo de los extraños, de “monstruos”…
• Dificultad para dormirse o negarse a ir a la cama.
• Juego continuo y repetitivo sobre parte de la experiencia de desastre.
• Regreso a comportamientos anteriores tales como mojar la cama o chuparse el dedo.
• Retraimiento: no querer estar con otras niñas o niños, no querer ver objetos relacionados con el desastre.
• Aumento de la agresividad, conductas de desafío o enfado constante.
• Resentimiento, sospecha, irritabilidad
• Dolores de cabeza, estomago, dolores vagos o difíciles de localizar.
• Problemas en la escuela (o negarse a ir) y dificultades para concentrarse
• Sentimientos de vergüenza, culpabilidad…
TODAS SON RESPUESTAS NORMALES PARA SITUACIONES FUERA DE LO NORMAL


¿Qué decirle a un/a niña tras un desastre y cómo hacerlo?

• Es importante decir siempre la verdad. Probablemente va a conocer la verdad a través de otras personas, a veces de
manera más cruda y más dolorosa. Cuando esto sucede se siente engañado.
• Dígale sólo aquello que el/a niña pueda entender según su edad y su nivel de comprensión.
• Provea sólo la información que el/a niña necesite y pueda asumir. En general es el/a propia niña el que marca los límites,
preguntando más o cambiando de tema.
• Responda siempre a las preguntas que haga el/a niñ@ sobre lo que ha pasado. Cuando se trata de la muerte de alguna
persona próxima, puede ser que no se atreva a preguntar, y en ese caso, aunque no pregunte hay que decírselo.
• Hable con naturalidad, poco a poco, explorando lo que el/a niña ya conoce y lo que piensa o teme. Muestre sus propias
emociones, el/a niña puede y debe percibir que los adultos están tristes, o que lloran, que lo sienten tanto como él, pero que no han perdido el control. ” .

¿Cómo viven las niñas y niños una situación de desastre?

Un desastre es atemorizante para todos, pero para un/a niña puede serlo especialmente Ellas confían en que los
adultos les protegerán porque aún no han desarrollado estrategias para enfrentarse a situaciones difíciles. Incluso más que para
los adultos, un desastre amenaza el sentido de control del/a niña sobre su vida.
Las niñas experimentan los efectos del desastre triplemente porque:
1. Están siendo afectados directamente por experiencias de muerte, destrucción, terror unido a la ausencia o impotencia
de sus padres
2. Las reacciones de los padres y otros adultos de confianza al desastre influyen en su manejo de la situación.
3. Los miedos también pueden surgir de la propia imaginación de las niñas. Para ellos es difícil diferenciar qué miedos
son realistas y cuáles no. Un niño siente miedo, sin importar la razón, tiene miedo.

Lo que usted puede hacer para ayudar a su hija (o)

• Hable con su hijo sobre sus sentimientos, sin juzgar.
• Permita que el/a niña llore o esté triste. No espere que él sea “fuerte”.
• Háblele también de sus propios sentimientos y permítale saber cómo maneja usted sus miedos y temores.
• Aliéntele a hacer dibujos sobre el desastre o que escriba historias o poemas sobre ello. Esto ayudará al pequeño a
entender cómo se siente con lo ocurrido.
• Provea a sus hijos de información sobre lo que pasó y está pasando (o pasará). Utilice un lenguaje sencillo que ellos
puedan entender. Esconder información puede llevar a mayores problemas en el futuro.
• Si su hijo regresa a comportamientos como mojar la cama o chuparse el dedo, inicialmente trate de aceptarlo. Estos son
signos de que necesita consuelo y seguridad. Evite regañarlo por ello y regrese poco a poco a la normalidad.
• Ayúdelo a sentirse a salvo: Abrácelo, tóquelo y sea afectivo con su hijo. Pase tiempo extra con él, especialmente a la hora
de irse a dormir. Muchas niñas se calman con masajes suaves en la espalda o en la nuca.
• Las niñas son especialmente vulnerables a sentimientos de abandono cuando están separados de sus padres. Evite
“proteger” a su hijo enviándolo lejos de la escena del desastre si esto supone separarlo de sus seres queridos.
• Las (os) niñas (os)se benefician de la rutina y la estructura: Aunque inicialmente se relajen las reglas usuales, trate de mantener la estructura y las responsabilidades familiares.
• Permita a su hijo regresar a la escuela tan pronto como sea posible después del desastre. Esto le ayudará a volver a la
normalidad y a compartir con sus amigos y profesores sus experiencias.

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